HISTORIAS DE RENGO

Ciudad de Rengo

La historia de Rengo no nace con la República, ni cuando se procede a la división administrativa, ni de la Colonia... es más antigua que la fundación española. Por ejemplo, los indígenas que poblaban la zona eran los "promauces". Del tiempo de la Colonia se sabe que "Río Claro" perteneció a la Doctrina de Colchagua, que había sido tierras de Inés de Suárez y de Rodrigo de Quiroga en la época de la Conquista, las mismas que ya habían pasado a manos de sus herederos durante la Colonia.


En esos años se definía a "Río Claro" como zona agrícola lo que le daba una existencia larga y aburrida. La documentación impresiona con el relato de que aquí era "como si el tiempo se hubiera detenido", pues los feriados eran tantos que constituían cerca del 40% del total de días del calendario anual. Río Claro pertenecía a una zona compuesta de "centros de consumo" y de casi nulo desarrollo cultural. Las comunicaciones eran lentas, lo que queda demostrado en que los acontecimientos en Santiago del 18 de septiembre de 1810, sólo fueron conocidos el 25 del mismo mes, consignándose en los documentos de la época que la gente salió a las calles exclamando "Viva Chile", "ya somos libres".

En cuanto a la sociabilidad se puede decir que las familias acaudaladas tenían costumbres propias, que existió una acentuada polarización de las clases sociales. Pero es interesante indagar el caráter del renguino, pues viene desde la profundidad histórica. Aunque aparece muy influenciado por agentes foráneos no se puede desmentir el hecho de haberse forjado en permanente lucha con la naturaleza (sismos, avenidas del río, etc), imprimiéndole al renguino una carácter tenaz, batallador, ingenioso, "soberbio y belicoso", que tiene grandeza de alma porque es hospitalario, consecuente, activo y tolerante. Y destacable en las crónicas como muy solidario, de donde arranca la característica del renguino y su ciudad: "forastero, bienvenido a nuestra ciudad".




 Esta es la "Locomotora 3230" del "Rápido de la Frontera" que el 18 de febrero de 1995 protagonizó uno de los peores accidentes ocurridos en cruces de la vía férrea durante la década del 90. A las 7.05 horas chocó violentamente con un bus de pasajeros, cuyo chofer no respetó la señalización existente en el cruce ferroviario Egenau que advertía la proximidad del tren.
Producto del choque, el tren arrastró varios metros al bus que arrasó con dos viviendas pequeñas que estaban al borde de la vía férrea y destruyó un poste que sujetaba el tendido eléctrico ferroviario, con un resultado de 14 personas fallecidas y 33 personas heridas, sin dejar lesionados entre los pasajeros del tren.
Algunas de las personas fallecidas sobrevivieron al impacto del tren, pero murieron electrocutadas por los cables del tendido ferroviario que cayeron al suelo tras derribarse el poste que los sujetaba. Actualmente en el lugar de la tragedia existe una "animita" en memoria de las personas fallecidas.

La nueva iglesia "Santa Ana" de Rengo fue concluida en 1894 y de inmediato se procedió a alhajarla con altares, decorados, imágenes y otros detalles que -como dijeron las crónicas de la época- 2eran de marcado gusto artístico". Con el correr del tiempo, se enriqueció con la incorporación de imágenes y muchas otras piezas de adorno.

La construcción de tipo ojival del templo y su hermoso púlpito muy bien tallado, contribuyen a darle jerarquía a la iglesia. Durante todo el siglo XX fue considerada una de las más hermosas de la zona central.

Un Cristo amarillento tallado en madera, el mismo que se salvó de las llamas en el incendio de la antigua iglesia y que se encontraba cubriendo un gran trecho de muralla, quedó aplastado por el derrumbamiento de esa muralla como consecuencia del terremoto de 1906, quedando totalmente aplastado.

La mayor parte de las imágenes se compraron mediante fondos obtenidos en una colecta que logro reunir la suma de 23 mil pesos. Con parte de esos dineros se inició la construcción de una capilla, contigua a la iglesia, en el espacio que se forma entre el templo y la "casa de los curas".

Afuera, en la fachada, se erigió un campanario de madera en el cual el 12 de noviembre de 1908, se colgaron las campañas que se hicieron sentir en toda la comuna. Este campanario resistió el paso del tiempo, cerca de 50 años, pues debió ser demolido por el peligro de derrumbe con que amenazaba... sus bases se encontraban carcomidas por los ratones.

El 3 de marzo de 1985 a las 19.48 horas se produjo un fuerte sismo que derrumbó parte de la edificación, en momentos en que se celebraba la misa del domingo. Buena parte de la techumbre hacia el sector nororiente se derrumbó y hubo algunos feligreses heridos levemente por la caida de partes de las murallas y otros objetos.

Posteriormente, se decidió el desplome de la fachada y parte del campanario por el riesgo que implicaba para los transeuntes. A partir de entonces el dañado edificio permaneció a la espera de los recursos para la reconstrucción, la que finalmente se prolongó por varios años, inaugurándose el actual templo en 1996.